• ¿En que consiste?

    Se le llama de esta manera a la cirugía de nariz donde se puede modificar su forma estéticamente, tratar la dificultad respiratoria o ambas a la vez (rinoseptumplastia). Esta cirugía yo prefiero realizarla bajo anestesia general, por tranquilidad mía y menor incomodidad del paciente ya que generalmente se efectúa una fractura. La cirugía puede ser abierta o cerrada.
    Con este procedimiento es posible rebajar la giba nasal (del dorso) o rellenar una concavidad muy pronunciada de esta zona, para lo cual, se pueden emplear injertos de cartílago o la inyección de materiales aloplásticos como el policrilato. Además la rinoplastia nos permite elevar o proyectar la punta, afinarla y achicar los orificios nasales. Todo esto se realiza lo más natural posible y en armonía con el resto de los elementos de la cara.
    Las Rinoplastías Secundarias son las reintervenciones y pueden hacerse cerradas o abiertas. Estas últimas lleva una cicatriz en la base de la columela (la parte central ubicada entre ambos orificios).
    La cirugía no es dolorosa y el paciente queda internado un día; sale de quirófano con un tapón en cada fosa nasal y un yeso. Los tapones se retiran a las 36 hs y el yeso a los 7 días de la cirugía.
    Es de esperar que hayan hematomas (moretones) y que se hinche mucho sobre todo la zona de los párpados y lógicamente la nariz. Estos desaparecen alrededor de los 12 días. Una vez que se retira el yeso se colocan cada cuatro días unas cintas hipoalergénicas para modelar aún más la nariz, que se cambian 2 o 3 veces.
    Al mes el edema o hinchazón ha desaparecido en un 90% y el 10 restante puede persistir a veces hasta un año después de la intervención.
    Previamente a la cirugía hay que hacer análisis como: hemograma completo, coagulograma, proteinograma y ECG (electrocardiograma).